Cómo hacer la defensa de la programación didáctica y situaciones de aprendizaje (con ejemplos reales)
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Cuando llega el momento de enfrentarse al tribunal, muchos opositores cometen el error de pensar que la programación didáctica es solo un documento. Pero lo cierto es que lo que marca la diferencia no es tanto el papel, sino cómo lo defiendes. En esa defensa, tú te conviertes en la programación. El tribunal no solo evalúa lo que dices, sino cómo lo dices, cómo lo justificas y cómo lo conectas con la práctica real.
Si estás leyendo esto, probablemente te estés preparando a conciencia, te estés formando con cursos, viendo vídeos, aprendiendo de los mejores... y puede que te sientas dentro de una burbuja en la que todos parecen estar igual de preparados. Pero la verdad es que eres la minoría, y eso es una buena noticia: tienes más opciones de destacar si haces las cosas con cabeza, con estrategia y con personalidad.
Este artículo te va a guiar paso a paso para construir y ejecutar una defensa oral que no sea una lista de elementos curriculares, sino una propuesta viva, clara, coherente y memorable. No solo vamos a hablar de teoría: te voy a contar cómo estructuré mi defensa, cómo elegí qué sesiones detallar, qué errores quise evitar y cómo conseguí que el tribunal no solo entendiera mi propuesta, sino que conectara con ella.
Vamos a ello.

🎯 ¿Qué espera el tribunal de tu defensa?
Una de las claves más importantes que aprendí es que el tribunal está agotado. Llevan muchas horas escuchando lo mismo. Palabras vacías. Discursos planos. Lecturas de programación como si fueran la lectura de una ley. Tu oportunidad está justo ahí.
Debes partir de un principio muy simple: ¿Qué me gustaría escuchar si yo fuera tribunal?. No se trata de impresionar con jerga técnica, sino de transmitir claridad, sentido, entusiasmo y aplicabilidad. Ellos quieren saber cómo vas a actuar en el aula, qué recursos usas, cómo motivas, cómo evalúas, cómo atiendes a la diversidad, cómo piensas como docente.
El tribunal quiere llegar a la defensa para decir: "a ver qué me llevo", "qué ideas me aporta esta persona para mi práctica", "qué propuestas frescas tiene".
En mi caso, decidí que las actividades y sesiones debían ocupar el 60-70% de mi tiempo de defensa. ¿Por qué? Porque es ahí donde realmente demuestras qué tipo de docente eres. La programación es importante, pero si no sabes aterrizarla en la práctica, de poco sirve. Recuerda esto: las actividades son el espejo de tus principios pedagógicos.
🧱 Estructura óptima para defender tu unidad didáctica
Aquí no hay una receta única, pero sí una estructura que funciona y que puedes adaptar a tu estilo:
1. Introducción: breve, pero impactante
Empieza con una reflexión, una pregunta potente o incluso una cita. Algo que enganche, pero que tenga sentido con tu especialidad. En mi defensa, por ejemplo, destaqué desde el minuto uno por qué la Educación Física es el área más transversal, capaz de trabajar desde la salud hasta la ciudadanía. Esta entrada en alto ya situó mi posicionamiento ante el tribunal.
2. Justificación: conecta con el contexto real
No te limites a decir voy a trabajar la lectura o la nutrición. Explica por qué esa unidad es importante, qué necesidades detectaste, qué conocimientos previos tiene el alumnado y hacia dónde quieres llevarlos. En mi caso, si defendía la unidad 11, explicaba que ya había habido un desarrollo del pensamiento crítico y que podíamos incorporar una autoevaluación más exigente.
3. Criterios, objetivos y competencias: concretos y realistas
Deben quedar muy claros. ¿Qué espero que logren? ¿Qué criterios evalúo? ¿Qué saberes previos activo? No te vayas por las ramas: sé directo, específico y demuestra que tienes claro lo que quieres conseguir.
4. Sesiones: tu joya de la corona
Aquí está el corazón de tu defensa. No se trata solo de nombrarlas, sino de demostrar que tienes una estructura, una intención didáctica y una metodología activa coherente.
5. Evaluación y diversidad: sin perder realismo
Habla con claridad de tus instrumentos de evaluación. Utiliza el enfoque metacognitivo, incluye ejemplos reales y explica cómo se adapta tu propuesta a la diversidad del aula.
6. Cierre: deja huella
Termina con una reflexión potente, una frase inspiradora o una idea que resuma tu filosofía como docente. Recuerda: la última impresión también cuenta.
📌 Qué priorizar durante tu exposición oral
Uno de los mayores errores que veo en muchas defensas es querer cubrir todo el documento de la programación. Y eso es imposible. Vas a tener 20 o 30 minutos. Como mucho. Y el 80% de ese tiempo tiene que ir a tus sesiones y actividades. Es ahí donde debes brillar.
Yo tenía seis sesiones, y decidí dedicar unos 30 a 45 segundos a cada una, pero profundizar en tres: una de evaluación, otra de la tarea final, y otra de proyecto transversal. Eso me dio confianza y estructura, y al tribunal claridad.
También justifiqué que, al estar en una unidad final del trimestre, podía hacer uso de instrumentos metacognitivos más complejos, porque el alumnado ya había desarrollado un cierto grado de pensamiento crítico. Y eso gustó mucho.
🗂️ Cómo presentar tus sesiones con impacto (y sin perder tiempo)
Aquí va la estrategia que usé y que recomiendo:
Paso 1: Presenta todas las sesiones brevemente
No las ignores. Di qué estructura tienen, qué objetivos persiguen, y qué tipo de actividades contiene cada una.
Paso 2: Elige 2-3 sesiones clave
Estas deben ser tus joyas. En mi caso, una era una sesión de evaluación con rúbricas compartidas y feedback entre iguales. Otra era un proyecto eTwinning que el tribunal ni conocía. Lo expliqué con calma, y lo entendieron porque lo contextualicé y temporalicé muy bien.
Aunque solo había trabajado un mes en el aula, supe resolver todas las posibles objeciones del tribunal con formación y claridad. Justifiqué todo desde el sentido pedagógico, no desde la experiencia acumulada.
Paso 3: Justifica a través de las actividades
Cada actividad debe dejar claro el para qué y el cómo. No basta con decir vamos a hacer una lectura compartida. Hay que decir qué se trabaja, qué competencias se activan, qué saberes se refuerzan, cómo se evalúa, etc.
📊 Evaluación y atención a la diversidad en tu defensa
Aquí puedes ganar muchos puntos… o perderlos todos si suenas teórico y alejado del aula. Por eso te aconsejo:
- Presenta instrumentos reales y variados: listas de cotejo, rúbricas, diarios de clase, etc.
- Muestra cómo involucras al alumnado en la evaluación (auto, coevaluación, metacognición).
- Adapta tus actividades a diferentes perfiles: actividades multinivel, refuerzo, ampliación, y atención específica a NEAE.
Yo detallé rutinas metacognitivas al final de cada sesión: tickets de salida, escaleras de la metacognición, tres ideas clave... Incluso justifiqué cómo en proyectos finales el propio alumnado daba feedback a sus compañeros. Eso lo valoraron mucho.
🚀 Claves para destacar tu metodología y transversalidad
Este es un punto que a veces se queda en buzzwords. Pero si lo haces bien, puede darte el plus que necesitas.
Habla de metodologías activas con sentido y con ejemplos. Si mencionas ABP, aprendizaje cooperativo, gamificación o flipped classroom, explica dónde lo aplicas y por qué es adecuado en ese contexto.
Yo defendía un proyecto gamificado en 1º de primaria. Y sabía que podía sonar poco realista. Así que me adelanté: expliqué cómo lo temporalizaba, qué herramientas usaba y cómo lo conectaba con mis objetivos. Lo hice creíble, realista y medible.
🎤 Cómo cerrar tu defensa dejando huella
Tu cierre no debe ser "Y ya está". Es tu oportunidad de consolidar todo lo que has dicho y reforzar tu valor como docente.
Te propongo tres cosas:
- Recapitulación rápida de los puntos clave: unidad, sesiones, evaluación, etc.
- Frase o cita potente que conecte con tu visión educativa.
- Reivindicación de tu especialidad: ¿por qué es crucial en el desarrollo del alumnado?
Yo cerré defendiendo la Educación Física como el área más transversal que existe, capaz de trabajar desde la salud hasta la expresión emocional. Pero cualquier especialidad tiene su fuerza, si la sabes mostrar. El tribunal será de tu especialidad: aprovecha esa conexión.
✅ Conclusión
La defensa de la programación didáctica y de las situaciones de aprendizaje no es un trámite. Es el momento de mostrar quién eres como docente. Es donde cobras vida. Donde todo lo que has trabajado se convierte en acción.
No te limites a repetir tu índice. Habla con sentido. Justifica con ejemplos. Relaciona todo. Crea un discurso que vaya más allá del papel y conecte con quienes están al otro lado.
Y sobre todo: cree en lo que haces. Si tú lo crees, ellos lo notan. Y si tú lo disfrutas, ellos también lo disfrutarán.